OTRO MUNDO ES POSIBLE
5 Películas
Xavi García Puerto
Los cambios sociales que han afectado al país en los últimos años, y la concienciación por los cambios globales han sido reflejados por el nuevo talento español con una variada paleta de estilos y técnicas, desde la animación al documental participativo, pasando por la producción en cooperativa. Toda una radiografía del estado actual del planeta y sus diversos conflictos con una mirada llena de esperanza.
La inestable y espinosa historia del s.XX en la península Ibérica provocó que el cine social no fuera un género propiamente, pero sí un ejercicio de metáforas y denuncias encubiertas durante destacados períodos creativos. En un país en el que las crisis se enlanzan las unas con las otras, y en el que el ascensor social de la transición fue un espejismo, los creadores del s.XXI han sido sensibles a esta situación. Alentados por la revuelta del 15M, por la pequeñas grandes luchas vecinales, así como los ecos de movimientos globales como la concienciación por el cambio climático, o el empoderamiento de la mujer, los directores contemporáneos han tomado conciencia en un país, esta vez sí, parte del escenario de los grandes cambios del planeta. Y así se ha reflejado en pantalla, en multiplicidad de estilos y voluntades, adaptándose al grito proferido.
La memoria histórica, las desigualdades sociales, las emergencias que asolan al mundo o la mayor visibilidad de las desigualdades de género han sido tratado con tal diversidad de lenguajes como la variedad de sensibilidades y reclamos pendientes. Desde la novela gráfica hecha animación (Josep), las fronteras de la no ficción que se transforma en comunicación colectiva con el espectador (Tódalas mulleres…) o un trasunto de un ‘Black mirror’ orwelliano rodada en cooperativa que sorprendió al circuito de festivales (La mano invisible) nos muestran un relato poliédrico de anhelos y utopías que muestra no tan sólo el país podría haber sido si no lo que el mundo desearía ser.
La memoria histórica, las desigualdades sociales, las emergencias que asolan al mundo o la mayor visibilidad de las desigualdades de género han sido tratado con tal diversidad de lenguajes como la variedad de sensibilidades y reclamos pendientes. Desde la novela gráfica hecha animación (Josep), las fronteras de la no ficción que se transforma en comunicación colectiva con el espectador (Tódalas mulleres…) o un trasunto de un ‘Black mirror’ orwelliano rodada en cooperativa que sorprendió al circuito de festivales (La mano invisible) nos muestran un relato poliédrico de anhelos y utopías que muestra no tan sólo el país podría haber sido si no lo que el mundo desearía ser.
Xavi García Puerto